miércoles, febrero 20, 2008

constatando realidades



El calentamiento global, la contaminación por combustibles fósiles, los 100 dólares alcanzados por el barril de petróleo hace algunos días y nuestra crisis energética país, nos obliga a pensar y opinar sobre las actuales y futuras políticas energéticas.

Si observamos el panorama mundial, vemos como ciertas formas de generación energéticas en base a productos fósiles, hidroeléctricas y nucleares van en franca retirada. De esta misma forma, observamos en países como España, Alemania y otros, el fuerte crecimiento de fuentes energéticas en base al viento, biocombustibles y solares, energías del futuro, ya que según Greenpeace, la energía eólica marina podría abastecer a todos los hogares europeos en 2020. Esta clara e innegable tendencia mundial hacia formas de energías que no se verán afectadas por sequias, como lo que actualmente sucede con las hidroeléctricas de la zona central del país; o los peligros y desechos generados por las plantas nucleares, hacen cuestionar toda nuestra mirada corto plazista, poco informada, destructiva, poco innovadora y mentirosa aplicada a las políticas energéticas del país.

Mientras algunos ministros ya han dado su apoyo público a las centrales hidroeléctricas en Aysén, sin la existencia aun del informe de impacto ambiental (presión política), argumentando mirar con seriedad y pensando en nuestro futuro; con los US$2000 millones aprobados en proyectos eléctricos para la región, donde UNO será para un parque eólico en Hualpen... me hace pensar en que nuestras autoridades y políticos involucrados en estos apoyos e ideas, por decir lo menos, son todos unos ineptos incapaces de enfrentar con alturas de mira e información actual, nuestra crisis energética. Realmente da rabia ver como desperdiciamos nuestro futuro, nuestro patrimonio natural y nuestros proyectos de innovación tecnológicos generados por algunos, por culpa de miradas inescrupulosas y obsoletas de nuestro tan variado poder político.

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